REVOLUCIÓN FRANCESA
ANTECEDENTES
La Revolución francesa es un conflicto social y político que convulsionó a Francia y por extensión a otras naciones de Europa enfrentando por un lado a los partidarios del antiguo régimen y por el otro a los que deseaban un cambio del sistema.
La revolución partió de la idea básica de que el pueblo debe intervenir en el gobierno de la Nación, pero ésta no era una idea nueva, sino que las ideas revolucionarias habían sido gestadas por los filósofos y escritores ilustrados del siglo XVIII. A fines de este siglo Adam Smith publicó su libro “La riqueza de las naciones”, donde plantea que la riqueza de las naciones se basa en la libre competencia y la iniciativa privada y que el Estado no debía intervenir en el proceso económico.
Estas ideas fueron tomadas como base para el liberalismo económico por la burguesía, las nuevas ideas hicieron que las clases sociales que antes estaban subyugadas por la monarquía ahora estén en su contra.
CAUSAS
Mencionar cuales fueron las causas para que se diera la revolución francesa, es una tarea bastante difícil debido a la constante revisión bibliográfica en función de dos ópticas: la conservadora y la liberal.
Según la concepción conservadora la causa sería en el descontento del Tercer Estado, alentado por activistas sin escrúpulos que habían tramado la conspiración contra el Antiguo Régimen en los clubs políticos, las logias masonas y las sociedades de pensamiento nacidas al calor de la ilustración.
La concepción liberal insiste en las causas ideológicas, resaltando los logros de la revolución que desmontaron los privilegios y la desigualdad reinante en el Antiguo Régimen. Posteriormente la escuela marxista resaltaría los intereses de la clase como verdadera causa de la Revolución. La pervivencia de estructuras sociales y económicas arcaicas frenaba el despegue de la nueva clase en auge: la burguesía, que se vería impulsada para cambiarlas hacía la revolución. Desde este punto de vista, la Revolución francesa representa la consumación de la revolución burguesa.
Las últimas revisiones historiográficas, huyendo de explicaciones unilaterales, conducen a un conjunto de factores políticos, económicos, sociales e incluso demográficos que desencadenaron la revolución y que pueden resumirse del modo siguiente:
Causas Ideológicas
Fueron fundamentalmente las ideas expuestas por Voltaire, Rousseau y Montesquieu (como por ejemplo, los conceptos de libertad política, de fraternidad y de igualdad, o de rechazo a una sociedad dividida, o las nuevas teorías políticas sobre la separación de poderes del Estado). Todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen y ayudaron al desplome del absolutismo, pero poco a poco se fue dando el despotismo ilustrado, actitud adoptada por algunos reyes de Europa donde sin dejar de renunciar su condición de soberano comenzaron a aplicar determinadas medidas “ilustradas” de corte reformista, entre los déspotas ilustrados más sobresalientes podemos citar a: Carlos III en España, José I el reformador en Portugal, Federico II el Grande en Prusia y Catalina II la grande en Rusia; cada uno de ellos trataron de poner en práctica algunas reformas en distintas áreas como en la educación, justicia, agricultura, tolerancia religiosa y otras.
John Locke: Filosofo ingles escribió dos “Tratados sobre el gobierno civil” donde realiza una dura crítica al derecho divino de los reyes, afirma que la soberanía no reside en el Estado sino en la población y que el Estado es supremo si respeta la ley civil y la ley natural.
Charles Louis de Montesquieu: En su obra “el espíritu de las leyes” hace un análisis de las tres principales formas de gobierno (república, monarquía y despotismo) y sostiene que debe darse una separación de los poderes (ejecutivo, judicial y legislativo) a fin de garantizar los derechos y las libertades individuales.
Voltaire: En su libro “Ensayo sobre la historia general y sobre las costumbres y el carácter de las naciones” realiza una dura crítica a la iglesia católica y el poder del clero, años más tarde se dedicó a editar una serie de panfletos donde satirizaba los abusos del poder.
Causas políticas
En tanto que los pensadores ilustrados exponían sus ideas antimonárquicas, el emperador reclamaba el derecho divino y con el cual cometía una serie de abusos. El sistema político que regía durante esa época era el absolutismo el cual le confería todo el poder a un solo individuo, el representante máximo del absolutismo en Francia fue Luis XIV (1643-1715) su famosa declaración “El Estado soy yo”, resume con precisión el concepto del derecho divino de los reyes.
Causas económicas
La inmanejable deuda del estado fue exacerbada por un sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos privilegiados, nobleza y clero, no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la producción agraria de terratenientes y los campesinos, lo que produjo una grave escasez de alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a consecuencia de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de Francia con la causa de la independencia estadounidense (que ocasionó un gigantesco déficit fiscal) y el aumento de los precios agrícolas.
El conjunto de la población mostraba un resentimiento generalizado dirigido hacia los privilegios de los nobles y el dominio de la vida pública por parte de una ambiciosa clase profesional, para quien el ejemplo del proceso revolucionario estadounidense abrió los horizontes de cambio político.
El reinado de Luis XVI fue una sucesión constante de problemas económicos que ningún ministro pudo resolver por la oposición de la nobleza y el alto clero, que se negaban a contribuir a las necesidades financieras del país, amparándose en sus privilegios.
Causas sociales
Durante el antiguo régimen la sociedad estaba dividida en estamentos que era un grupo de personas que compartían un nivel de vida parecida, a un estamento se pertenecía por nacimiento y era muy difícil cambiar. La sociedad en Francia estaba dividida en tres estados o clases sociales.
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La nobleza: Poseía el 40% de las tierras, contaba con muchos privilegios entre ellos el de no pagar impuestos; las atribuciones que tenía era: la enseñanza, el registro de bautismos, casamientos, defunciones, el cuidado de las almas entre otras. Los altos puestos estaban reservados para los clérigos de alcurnia y solo ellos recibían el diezmo, vivían rodeados de comodidades.
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El clero: Poseía grandes riquezas entierras e inmuebles, gozaba de privilegios como el diezmo y no pagaba impuestos.
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El pueblo: Integrada por la burguesía (capitalistas, industriales, comerciantes, profesionales) muchos de ellos poseían grandes riquezas, pero no gozaban de privilegios, eran ambiciosos; clases medias urbanas (artesanos, sirvientes y obreros) y campesinos.
Muchos burgueses se habían enriquecido durante el siglo XVIII. Pero estaban descontentos porque tenían poco poder político, pues los altos cargos del gobierno y del ejército eran ocupados por la nobleza. Además, consideraban injusto que solo el tercer estado, al que permanecían a pesar de su poder económico, pagara impuesto.
Para ese entonces Francia experimentaba una gran explosión demográfica, había más de 26.5 millones de habitantes distribuidos de la siguiente forma: el clero tenía 10.000 personas, la nobleza 30.000, y el pueblo por 26 millones de habitantes.
DESARROLLO
Inicio de la revolución
El reinado de Luis XVI se vio marcado por una serie de problemas económicos que ningún ministro pudo resolver debido a la constante oposición de la nobleza y el clero quienes se negaban a contribuir en las necesidades financieras del país amparándose en sus privilegios. La mala situación económica se vino arrastrando desde los reyes anteriores Luis XIV, Luis XV reyes que no supieron llevar adelante su reinado. En 1774 el rey nombró a Anne Robert Jackes Turgot como ministro de finanzas, un hombre de ideas liberales que instituyó una política rigurosa en lo referente a los gastos del Estado. No obstante, la mayor parte de su política restrictiva fue abandonada al cabo de dos años y Turgot se vio obligado a renunciar por las presiones de los sectores reaccionarios de la nobleza y el clero, apoyados por la reina, María Antonieta de Austria. Su sucesor, el financiero y político Jacques Necker tampoco consiguió realizar grandes cambios antes de abandonar su cargo en 1781, debido asimismo a la oposición de los grupos reaccionarios. En 1783 Charles de Calonne fue nombrado como ministro de finanzas, tras un estudio minucioso indicó que la situación de Francia era insostenible y que se precisaba de un código tributario uniforme a la tenencia de tierras. En 1787 se reunió la asamblea de Notables para estudiar el proyecto del nuevo impuesto gravado a la posesión de las tierras sin excepción de ninguna clase, pero los nobles se opusieron a dicho impuesto, a este hecho se conoce como “La revuelta de los privilegiados”, donde retiraron su apoyo al rey facilitando el camino para la revolución.
El problema del voto
En 1789 una serie de revueltas provocó la crisis del antiguo Régimen. En primavera, Luís XVI convocó los Estados Generales, la asamblea formada por representantes de los tres estamentos, para que aprobaran nuevos impuestos y poder así resolver la crisis financiera. Los estados generales no habían sido convocados por un rey de Francia desde 1614, pero Luís XVI se vio obligado a hacerlo porque la crisis financiera era tan grave que amenazaba con colapsar la monarquía, el 5 de mayo de 1789 se reunió la asamblea, donde se originaron disputas en cuanto a la votación, la nobleza y el clero pretendían que se votara por estamentos, lo que daba mayoría a los privilegiados, mientras que los representantes del pueblo llano defendían el voto por cabeza que les otorgaba la mayoría.
Ante tales problemas el tercer estado se declaró como único integrante de la Asamblea Nacional y comenzaron a sesionar, si bien invitaron a los miembros del primer y segundo estado dejaron en claro que se reunirían aún si estos no se hacían presentes; la monarquía opuesta a la Asamblea cerró la sala donde se reunían, privados de lugar donde realizaban sus reuniones, se mudaron a un edificio cercano donde los aristócratas solían jugar un juego de pelota allí se comprometieron a no separarse hasta elaborar una constitución, este acontecimiento se conoce como “el juramento del juego de la pelota” juramento que se realizó el 20 de junio de 1789.
Luís XVI no estaba dispuesto a aceptar la asamblea Nacional y concentró sus tropas en torno a Paris. Ante esto los parisinos se armaron y tomaron la Bastilla, prisión real y símbolo del absolutismo, era un punto estratégico del rey pues sus cañones apuntaban a los barrios obreros, pronto las revueltas se extendieron por Francia, los campesinos dejaron de pagar los impuestos y destruyeron castillos y todo aquello que simbolizaba al feudalismo. La Asamblea suprimió la servidumbre (abolición del feudalismo), los diezmos y las justicias señoriales; ante tales acontecimientos el rey se vio obligado a aceptar la Asamblea Nacional y a ratificar sus decisiones, el rey visitó parís el 27 de julio y aceptó la bandera tricolor.
Etapas de la revolución
La asamblea Nacional (1789-1791)
Formada por decisión de los miembros de la burguesía en el seno de la Asamblea de los estados generales. Entre 1789 y 1791 la Asamblea Nacional llevó a cabo tres iniciativas:
La supresión de los privilegiados: el 4 de agosto de 1789 para devolver la paz a los campos, se devolvieron los derechos señoriales sobre los campesinos y se eliminó la recaudación del diezmo para la iglesia.
La aprobación de una constitución (1791) establecía la división de poderes entre el rey, que nombraría a los ministros y dirigiría la política exterior, una asamblea legislativa y los jueces.
La Asamblea votaría las leyes y sería elegido por sufragio, es decir solo votarían aquellos que tuvieran renta.
El rey Luís juró la constitución y se celebraron elecciones paranombrar laAsamblea legislativa. Estas medidas supusieron el fin del antiguo régimen y el inicio de la monarquía constitucional.
La Asamblea Legislativa (1791-1792)
Una vez aprobada la constitución, la asamblea nacional tomó el nombre de asamblea legislativa, que se reunió por primera vez el 1ro de octubre de 1791 en la que la burguesía tenía una representación muy importante, mientras que las órdenes privilegiadas habían desaparecido. Dentro de la Asamblea aparecieron esencialmente dos grupos políticos con diferentes ideas de cómo llevar adelante la revolución, a) los monárquicos subdivididos en absolutistas y constitucionales, b) Republicanos subdivididos en jacobinos, el grupo más radical y los girondinos más moderados y partidarios de la república federal representantes de la burguesía comercial.
El sector más conservador (derecha) disponía de 264 diputados (feuillants) en ella donde se encontraban los girondinos portavoces de los republicanos de la gran burguesía y era contrario a grandes cambios en el orden social, la izquierda contaba con 136 diputados, la mayoría pertenecientes a los jacobinos y algunos de los cordeliers y apostaba por grandes reformas sociales, en el centro con 345 diputados independientes que carecían de un programa político definido que se inclinaba de manera personal por uno u otro sector dependiendo de la situación, el nuevo régimen tenía también muchos enemigos:
Los nobles: La nobleza deseaba recuperar sus privilegios, muchos nobles se habían exiliado en los países donde reinaba el absolutismo y conspiraba desde allí contra la monarquía constitucional.
El clero: Los diputados de la Asamblea Legislativa confiscaron los bienes del clero y lo utilizaron para reducir la deuda del estado. A cambio, el estado se obliga a mantener a los sacerdotes, siempre y cuando juraran fidelidad a la constitución; pero muchos se negaron.
La Familia Real: aunque Luís XVI habían jurado la constitución, conspiraba para poder derribar al gobierno revolucionario, la familia real intentó huir de Francia, pero fue detenida en Varennes (junio 1791) y obligada a volver a París.
Otros grupos estaban descontentos porque deseaban llevar las reformas aún más lejos. Entre estos revolucionarios radicales se destacaban los jacobinos, que tenían su principal apoyo entre los Sans-culottes las milicias populares de Paris que exigían la proclamación de una república.
Aparición de facciones
Instalada la Asamblea nacional pronto comenzaron a aparecer partidos políticos con diferentes ideas de cómo llevar adelante la revolución.
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Los monárquicos: subdivididos en absolutistas y constitucionales
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Republicanos: los denominados de esta manera debido a que se reunían en un monasterio de los cordeliers (grupo de franciscanos) estaban representados por Danton y Marat; defendían el sufragio universal masculino, la eliminación de la monarquía e instauración de la república. (izquierda) era un grupo radical representado por Robespierre, su nombre tiene su origen en el lugar donde se reunían un antiguo monasterio dominico (jacobina), rechazaban cualquier sistema de gobierno monárquico. Los (derecha) grupo más moderado y partidarios de una república federal, recibieron este nombre porque los más destacados representantes eran del departamento de la Gironda, aunque también se les conoció como brissotinos, al principio estaban identificados con los jacobinos, pero los dos grupos se separaron a causa de sus diferencias con la guerra con Austria.
La guerra en el exterior
La monarquía europea se sentía amenazadas por las ideas revolucionarias y reformadoras que se imponían en Francia y temían que el ejemplo se extendiera a sus países, En abril de 1792 comenzó la guerra de Austria y Prusia contra Francia.
Este conflicto bélico influyó en los acontecimientos que tuvieron lugar dentro de Francia por un lado, Luís XVI, los nobles y el clero esperaban que el gobierno revolucionario fuera derrotado en la guerra, lo que permitiría volver al antiguo régimen. Por otro lado, ciertos revolucionarios apoyaban a la guerra, pues pensaban que esto serviría para extender la revolución fuera de Francia.
El pueblo de Paris culpo al rey de las primeras derrotas francesas y ataco el palacio real de las Tullerias, (donde se había refugiado la familia real) en agosto de 1792, la revuelta popular forzó a nombrar una nueva Asamblea, llamada Convención, elegida por sufragio universal masculino. La convención decreto el arresto del Rey, la abolición de la monarquía y se proclamó la 1rarepública.
La convención (1792-1795)
Los dos grandes grupos más importantes en la convención eran lo girondinos grupo de republicanos moderados, y los montañeses o jacobinos, más radicales cuyo líder era Robespierre.
Los montañeses (montagnards) finalmente se hicieron con el poder y aprobaron una nueva constitución, la constitución de 1793, más democrática que nunca llego a entra en vigor. Además, establecieron algunas leyes sociales, como el control de precios, el seguro para pobres y la instrucción obligatoria desde los 12 años, se abolió la monarquía y se proclamó la 1ra república.
En tanto los ejércitos imperiales de Prusia amenazaron con invadir Francia si no se volvía a instaurar la monarquía, esta situación ocasionó que Luis XVI fuera acusado de conspirar y el 17 de enero de 1793 fue condenado a muerte y el 21 de enero de 1793 fue ejecutado, y más tarde su esposa la reina María Antonieta de Austria, dicha situación generó la oposición de los monarcas europeos contra la revolución, un mes después se forma la primera coalición compuesta por Gran Bretaña, España, Italia, Austria y Prusia.
Como Francia enfrentaba diversos ataques de los países vecinos, la Convención votó a favor del reclutamiento de 300.000 personas, pero esta medida no fue bien recibida por todos y esto fue aprovechada por los clérigos y monárquicos enemigos de la revolución para iniciar una rebelión incitando a los campesinos de La Vendée a una guerra civil. La guerra civil y el avance de los enemigos de Francia provocaron en la Convención una crisis entre los girondinos y los montagnards, para salvar dicha crisis se crea el Comité de Salvación Pública, organismo creado con carácter extraordinario por la Convención el 6 de abril de 1793, su objetico era el de supervisar y agilizar la labor de los órganos ejecutivos de la Convención y de los ministros nombrados por esta.
El gobierno del terror
El gobierno intento organizar la vida económica para satisfacer las necesidades de las tropas y garantizar el abastecimiento de la población, por ejemplo, fijaron un precio máximo a los productos de primera necesidad, estableció un sistema parcial de precios máximos y salarios fijos para asegurar la existencia de provisiones.
Tras la muerte del líder jacobino Jean Paul Marat, Maximiliano de Robespierre tomo el mando del Comité de Salvación Pública quien implantó medidas extremas para impedir la contrarrevolución.
En 1793se redactó una nueva Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, y una nueva constitución de tipo democrático que reconocía el sufragio universal. El Comité de Salvación Pública, bajo el mando de Maximiliano Robespierre y los jacobinos desató lo que se denominó el Reinado del Terror (1793-1794) con el fin de aplacar a la oposición. No menos de 10.000 personas fueron guillotinadas ante acusaciones de actividades contrarrevolucionarias. La menor sospecha de dichas actividades podía hacer recaer sobre una persona acusaciones que eventualmente la llevarían a la guillotina, el cálculo total de víctimas varía, pero se cree que pudieron ser hasta 40.000 los que fueron víctimas del Terror.
En 1794, Robespierre procedió a ejecutar a ultra-radicales y a jacobinos moderados. Su popularidad, sin embargo, comenzó a desgastarse. El 27 de julio de 1794, ocurrió otra revuelta popular contra Robespierre, apoyada por los moderados que veían peligroso el trayecto de la Revolución, cada vez más exaltada. El pueblo, por otro lado, se rebela contra la condición burguesa de Robespierre que revolucionario antes, ahora persigue a Verlet, Leclerc y Roux. Los miembros de la Convención lograron derrocar y ejecutar a Robespierre junto con otros líderes del Comité de Salvación Pública.
El directorio (1795 - 1799)
La Convención aprobó una nueva Constitución el 17 de agosto de 1795, ratificada el 26 de septiembre en un plebiscito.
La nueva legislación confería el poder ejecutivo a un Directorio, formado por cinco miembros llamados directores. El poder legislativo sería ejercido por una asamblea bicameral, compuesta por el Consejo de Ancianos (250 miembros) y el Consejo de los Quinientos.
La nueva Constitución incluía otras disposiciones que demostraban el distanciamiento de la democracia defendida por los jacobinos. Este régimen no consiguió establecer un medio para impedir que el órgano ejecutivo entorpeciera el gobierno del ejecutivo y viceversa, lo que provocó constantes luchas por el poder entre los miembros del gobierno, sucesivos golpes de Estado y fue la causa de la ineficacia en la dirección de los asuntos del país. Sin embargo, la Convención Nacional, que seguía siendo anticlerical y antimonárquica a pesar de su oposición a los jacobinos, tomó precauciones para evitar la restauración de la monarquía. Promulgó un decreto especial que establecía que los primeros directores y dos tercios del cuerpo legislativo habían de ser elegidos entre los miembros de la Convención. Los monárquicos parisinos reaccionaron violentamente contra este decreto y organizaron una insurrección el 5 de octubre de 1795. Este levantamiento fue reprimido con rapidez por las tropas mandadas por el general Napoleón Bonaparte, jefe militar de los ejércitos revolucionarios.
CONSECUENCIAS
Abolición de la monarquía francesa
la caída de la monarquía pone fin al antiguo régimen y el fin de los privilegiados como la aristocracia y el clero, eliminando la servidumbre, el diezmo y los derechos feudales.
Creación de la República
Terminada la revolución, se reúne la Asamblea General (Clero, Nobleza y Estado Llano) la cual da inicio a la Primera República francesa, fijan la creación de la bandera con tres colores azul representa al estado noble, el blanco al clero, rojo al pueblo, algunos autores dicen que los colores rojo y azul son los colores de la bandera de París y se le añadió el blanco como representación de Luis XVI que era de la casa de los borbones de la cual su bandera era blanca con tres flores de lis.
La declaración de los derechos del hombre
Una consecuencia con mayor trascendencia es la declaración de los derechos del hombre con su doble vertiente: Moral (derechos naturales inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos naturales e individuales).
Expansión de las ideas revolucionarias
Las ideas que hicieron posible la revolución francesa se expandieron por las diferentes colonias de América, de manera que tomaron como ejemplo esta revolución para conseguir la independencia de España.
LOS DERECHOS HUMANOS
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Una de las consecuencias de la revolución francesa fue la de los derechos del hombre y del ciudadano. En su doble vertiente, moral (derechos naturales inalienables) y política (condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos naturales e individuales), condiciona la aparición de un nuevo modelo de Estado, el de los ciudadanos, el Estado de Derecho, democrático y nacional. Aunque la primera vez que se proclamaron solemnemente los derechos del hombre fue en los Estados Unidos (Declaración de Derechos de Virginia en 1776 y Constitución de los Estados Unidos en 1787), la revolución de los derechos humanos es un fenómeno puramente europeo. Será la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789 la que sirva de base e inspiración a todas las declaraciones tanto del siglo XIX como del XX. El distinto alcance de ambas declaraciones es debido tanto a cuestiones de forma como de fondo. La declaración francesa es indiferente a las circunstancias en que nace y añade a los derechos naturales, los derechos del ciudadano. Pero, sobre todo, es un texto atemporal, único, separado del texto constitucional y, por tanto, con un carácter universal, a lo que hay que añadir la brevedad, claridad y sencillez del lenguaje. De ahí su trascendencia y éxito tanto en Francia como en Europa y el mundo occidental en su conjunto.