top of page

MOVIMIENTOS LIBERTARIOS REGIONALES EN EL ALTO PERÚ

Uno-rojo.png

1

SITUACIÓN DE ESPAÑA

En el año de 1808 Napoleón Bonaparte invade España ante esta situación la corte se traslada a Aranjuez como parte de un plan para trasladar la familia real a América entonces el pueblo instigado por los partidarios de Fernando asalta el palacio obligando al rey Carlos IV a renunciar al trono a favor de su hijo Fernando VII, este acontecimiento se conoce con el nombre del motín de Aranjuez. Carlos IV bajo el protectorado de Napoleón fue conducido a Francia, el 23 de marzo de 1808 las fuerzas francesas al mando de Murat ocuparon España, y el 17 de septiembre de 1808 Fernando VII es obligado a renunciar al trono a favor de su padre Carlos IV y éste entrega el trono a José I Napoleón hermano mayor de Napoleón Bonaparte, a razón de estos acontecimientos se crearon una serie de juntas entre ellas la primera junta en Oviedo luego Murcia, Villena, Valencia, León, Santander, etc. El 27 de mayo de 1808 se creó la junta de Sevilla bajo el nombre de Junta Suprema de España e Indias que pretendía gobernar en nombre de Fernando VII, dichas Juntas otorgan la dirección a la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino que tuvo su cede en Aranjuez, al disolverse la Junta fue creado el Consejo de Regencia de España e Indias a partir de la cual se forma las cortes de Cádiz, esta intentaba la adhesión de la provincias americanas para reconocer como rey a Fernando VII, para tal efecto es comisionado el Gral. José Manuel de Goyeneche, natural de Arequipa, Goyeneche había hecho contactos con Joaquín Murat consejero de José Bonaparte, quien comisionó a Goyeneche ante los gobiernos y pueblos de América del Sur para logar su adhesión, cuando se hallaba en Cádiz se produjo el levantamiento en Sevilla, entonces se presentó en Sevilla como fiel vasallo, la Junta lo nombro su comisionado especial en América con las expectativas de asegurar la proclamación de Rey Fernando VII en el Río de la Plata y el Virreinato del Perú, entre sus órdenes estaba el de destruir y encarcelar a  todo aquel que se opusiera a Fernando VII, al pasar por Rio de Janeiro (Brasil) se entrevistó con Carlota Joaquina de Borbón (reina de Portugal, hermana de Fernando VII) que tenía las pretensiones de gobernar las colonias españolas.

Uno-rojo.png

2

REVOLUCIONES EN ALTO PERÚ

Igle San francisco.jpg
Universidad.png

Revolución de Chuquisaca

​

Goyeneche llega a Chuquisaca el 11 de noviembre de 1808, siendo recibido con recelo por la Audiencia, el Gobernador, el Arzobispo y las autoridades más reconocidas. El funcionario español dio un informe sobre los acontecimientos peninsulares, sobre la posibilidad de que la princesa Carlota Reina de Portugal que se encontraba en Brasil, gobernara América en nombre de su hermano Fernando VII, el Presidente Pizarro elevó los pliegos de Carlota a la Universidad y Claustro de doctores, el 12 de enero de 1809 se reúne el Claustro Universitario donde se debate la situación de España y las pretensiones de Portugal, todo esto se redactó en el “Acta de los Doctores”, donde se rechaza categóricamente las pretensiones de Carlota Joaquina de Borbón, y así mismo se elabora el “silogismo alto peruano” con el siguiente tenor “Las colonias americanas no son de España, sino del Rey, ningún subrogante debía ni podía reclamar derecho alguno sobre ellas; estando acéfala la Corona, la soberanía se revierte al pueblo, en consecuencia los americanos están en el derecho de decidir su futuro”; este apoyo al rey Fernando produjo un altercado que logró solucionarse gracias a la intervención del Arzobispo Benito María de Moxos y el Gral. José Manuel de Goyeneche continuó su marcha por las intendencias del Alto Perú.

A principios de 1809 los intelectuales universitarios a la cabeza de Bernardo Monteagudo, Jaime de Zudáñez y Lemoine se reunieron para discutir las pretensiones de la princesa Carlota, rechazando tales pretensiones, el acta final fue remitida al gobernador y al Virrey Santiago de Liniers quien mando que sean destruidas, el 20 de mayo el regidor del Cabildo Manuel Zudáñez al enterarse de la destrucción de tales documentos denunció la actitud del presidente de la Audiencia de Charcas Ramón García de León y Pizarro, este anticipándose a su arresto por parte de los miembros del Claustro, pidió ayuda al gobernador de Potosí quien encarceló a los cabecillas del movimiento universitario entre ellos Jaime de Zudáñez, el 25 de mayo de 1809 al enterarse el pueblo se levantó al grito de “Viva Fernando VII, Viva la Patria, Viva la libertad, muera Carlota” en contra de García Pizarro obligándole a renunciar, el poder político fue asumido por la Real Audiencia confirmando el mandato al Gral. Antonio Álvarez de Arenales subdelegado de Yamparáez. Hasta este momento el movimiento de Chuquisaca no tenía el objetivo de la independencia sino por el contrario una ciega adhesión a la causa del rey Fernando VII y rechazar las pretensiones de Carlota, pero dentro de todo este movimiento había quienes deseaban la libertad, con este objetivo disimulado se enviaron emisarios a las distintas ciudades, estos emisarios fueron denominados “Heraldos de la libertad”, a Cochabamba y Oruro fueron Michel y Tomás Alzérreca, a la ciudad de La Paz Michel y Juan Antonio Paredes que después pasarían hasta el Cuzco, Monteagudo a Potosí y Tupiza y posteriormente llegarían hasta Buenos Aíres, Teodoro Sánchez Bustamante se dirige a Jujuy, Serrano a Salta, Mariano Sánchez de Loría a Tucumán; Lemoine y Moldes a Santa Cruz.

tea.png

Revolución de La Paz

​

El 16 de julio de 1809 en La Paz luego de la procesión de la virgen del Carmen, estalló el conflicto a la cabeza de Pedro Domingo Murillo, Victorio y Gregorio Lanza, Juan Basilio Catacora, el cura José Antonio Medina, Juan Pedro de Indaburo y otros patriotas tomaron el Palacio de Gobierno desalojando al gobernador intendente Tadeo Dávila, el 21 de julio el Cabildo de La Paz constituyó una Junta llamada La Junta Tuitiva encargada de tutelar los derechos civiles del pueblo a la cabeza se puso a Pedro Domingo Murillo; el texto de la Junta Tuitiva en sus preceptos dice:

Rev-La-Paz.jpg

«Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria; hemos visto con indiferencia por más de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo Y tiranía de un usurpador injusto que, degradándonos de la especie humana nos ha reputado por salvajes... Ya es tiempo, en fin, de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía. Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Perú, revelad vuestros proyectos para la ejecución; aprovechaos de las circunstancias en que estamos; no miréis con desdén la felicidad de nuestro suelo, ¡ni perdáis jamás de vista la unión que debe reinar entre todos para ser en adelante tan felices como desgraciados hasta el presente!»

Frente a este acontecimiento el Gobernador de Potosí Francisco de Paula Sanz fiel a España transmitió lo sucedido al Virrey del Perú quien comisionó al Gral. Goyeneche para sofocar las revueltas, de esta manera se produce el primer encuentro el 19 de octubre donde sale vencedor Pedro Domingo Murillo, pero el 11 de noviembre de 1809, Murillo fue derrotado en Irupana (Yungas) siendo condenado a la ahorca al igual que Basilio Catacora y se nombró como gobernador al Coronel Juan Ramírez. Murillo antes de su muerte pronunció su frase célebre «La tea que dejo encendida nadie la podrá apagar», luego de esto Goyeneche volvió al Perú con el título de “Pacificador”.

A la par de lo sucedido en La Paz, el Virrey del Río de La Plata nombró al Mariscal Vicente Nieto como gobernador intendente de la Real Audiencia de Charcas, nuevo gobernador fue recibido por los oidores de la Real Audiencia de Charcas, en su trabajo realizado se limitó a poner orden sin ningún derramamiento de sangre, de esta manera la tranquilidad volvía al Alto Perú.

movimientos-libertarios.png

Revolución de Potosí

​

En el marco de la Guerra de Independencia de la Argentina, en 1810, las Provincias Unidas del Río de la Plata enviaron al Ejército del Norte al territorio jurisdiccional de la Real Audiencia de Charcas (actual Bolivia) con el objeto de expulsar a las fuerzas realistas. El rioplatense Juan José Castelli asumió el mando político de la Primera expedición auxiliadora al Alto Perú, designando al mando militar al coronel Antonio González Balcarce. Pero esta campaña patriota fue derrotada en la Batalla de Cotagaita el 27 de octubre de 1810, a unos 171 km de Potosí. Castelli envió un contingente de 200 hombres y cañones con los que Balcarce logró la victoria en la batalla de Suipacha el 7 de noviembre de 1810 a 25 km de Tupiza.

El sábado 10 de noviembre de 1810 el alboroto comenzó a tempranas horas con la señal de las campanas de la iglesia. La gente tomó las armas y procedió a tomar la casa de gobierno, los cuarteles de guarnición y la plaza principal. El gobernador Francisco de Paula Sanz fue detenido personalmente por Manuel Molina. Se reunió el cabildo abierto y nombraron a Joaquín de la Quintana como presidente de la Junta de Gobierno, que proclamó adhesión a la causa independentista de la Revolución de Buenos Aires. Destacaron como próceres Mariano Subieta, Melchor Daza, los hermanos Nogales, Casimiro Hoyos, Joaquín de la Quintana, Pedro Antonio Azcárate, Diego Barrenechea, Eustaquio Eguivar, entre otros. Juan José Castelli fue recibido en Potosí como representante de las autoridades independentistas rioplatenses, donde exigió a la junta un juramento de obediencia y la entrega del gobernador Francisco de Paula Sanz y el general José de Córdoba, quienes fueron puestos de rodillas en el atrio de la Iglesia Matriz frente a la Plaza Mayor y fusilados.

Revolucion Oruro.jpg

Revolución de Oruro

​

El 6 de octubre de 1810, se constituye un cabildo para considerar las instrucciones del presidente Vicente Nieto, que instruyó a las autoridades de Oruro reclutar gente para el ejército que se alistaba en Potosí contra los patriotas, luego de que el tumulto se fuera acrecentando. Al anochecer sonaron las campanas de la Iglesia Matriz, con la finalidad de convocar a toda la población, que comenzaron a proclamar el grito de ¡Viva La Patria! en frente del Ayuntamiento, donde hoy se ubica la Plaza Manuel de Castro y Padilla.

A la cabeza de aquel cabildo estaban, Tomás Barrón, quien era subdelegado de hacienda y de guerra, junto a él estaban el regidor y alcalde mayor, José Mariano del Castillo; y el alcalde ordinario de primer voto, José Antonio Ramallo.

Esto generó que el pueblo orureño se revelara, acobardando a los españoles y al ministro contador de las Cajas Reales, José María Sánchez Chávez, que trató de calmar los ánimos caldeados del tumulto con los pocos soldados que lo protegían, pero no le quedó otra opción que escapar y encerrarse en la casa de las Cajas Reales.

Se organizaron milicias integradas por voluntarios, para defender la revolución y combatir a los ejércitos realistas; se aclamó por unanimidad a don José Mariano del Castillo como diputado, para representar a Oruro en el Congreso General de Buenos Aires, y el 22 de octubre llegaron tropas desde las provincias de Cochabamba, bajo el mando del teniente coronel Francisco de Rivero, don Esteban Arze y don Melchor Guzmán Quitón.

Al día siguiente y con la población todavía enardecida, el panorama para los españoles era nefasta, quienes tuvieron que huir definitivamente de la Villa, se determinó en un nuevo cabildo revolucionario que eligió a Tomás Barrón como gobernador de hecho de la Villa de Oruro, acompañando la constitución del nuevo gobierno estaban los líderes José Antonio Ramallo y José Mariano del Castillo.

A la par, tres puntos fueron aprobados: Reconocer obedientemente a la Junta Gubernativa de Buenos Aires; reconocer y apoyar la revolución de Cochabamba y su gobierno; preservar el dinero de las Cajas Reales para la causa, y organizar milicias con voluntarios.

De esta manera, la revolución se convirtió en la reafirmación del pueblo orureño, en la búsqueda de la consolidación de la anhelada libertad, ya que después de los alzamientos de Cochabamba y Oruro, se aseguró el desplazamiento en el Alto Perú de las tropas del Primer Ejército Auxiliar argentino, lo que posibilitó la futura independencia de Bolivia.

Revolucion-cochabamba.png
Batalla-tablada.jpg

Revolución de Cochabamba

​

El grito libertario del 25 de mayo de 1809 en Chuquisaca encabezada por los hermanos Zudañes, el levantamiento del 16 de julio en La Paz, seguida por el triunfo de los patriotas revolucionarios en Buenos Aires en mayo de 1810, despertó el coraje, la valentía, y la decisión de los valerosos cochabambinos.

Esteban Arze, oriundo de Tarata, al enterarse de los movimientos libertarios y la sublevación de los pueblos en Buenos Aires; el 25 de mayo de 1810 reunidos en un gran Cabildo logran la renuncia del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros al Virreinato de Buenos aires, a la que pertenecían los pueblos del Alto Perú.

Arze, aunque de ascendencia criollo mestiza, pero de familia muy bien acomodada, desde aquel día recorrió todos los pueblos del valle cochabambino, llegando a Cliza pueblo al que conocía desde muy pequeño, Punata, K’uchu Muela, Arani y muchos otros, donde en 4 meses aproximadamente logra reunir más de un millar de valerosos revolucionarios.

Al amanecer del 14 de septiembre de 1810, los patriotas del valle a la cabeza de Esteban Arze, ingresan con vítores libertarios a la ciudad de Cochabamba, a este movimiento se suman los patriotas Fransisco del Rivero, Melchor Guzmán Quitón, Mariano Antezana y el cura Juan Bautista Oquendo.

Horas después, luego de derrotar a las fuerzas realistas; los patriotas reunidos en cabildo abierto, deciden deponer al gobernador realista José Gonzales Prada, quien al enterarse y viendo a los patriotas enardecidos, huyó de Cochabamba con rumbo desconocido.

Al finalizar el cabildo, el pueblo cochabambino declara su emancipación y hace escuchar su grito de liberación del yugo español, creando una Junta de Gobierno que consolidaría el triunfo de los patriotas cochabambinos, a la cabeza de Esteban Arze, Francisco del Rivero, Melchor Guzmán Quitón y el cura Oquendo quien fuera vocero de los patriotas. La chispa del triunfo de la revolución cochabambina pronto se irradia por todo el virreinato de Buenos Aires; Arze, conocedor de los vejámenes a las que fueron sometidos los patriotas en Chuquisaca y La Paz y fortalecido por el triunfo en Cochabamba, con su ejército fortalecido de más de 1.500 patriotas se dirigen a la ciudad de Oruro y La Paz.

En Oruro, los patriotas dirigidos por Tomás Barrón, se unen a las de Esteban Arze; los realistas que pretendían saquear la riqueza orureña, se enfrentan al valeroso ejército patriota de los cochabambinos en la batalla de Aroma el 14 de noviembre de 1810 en los campos de Aroma a pocos kilómetros de Oruro.

Revolución de Tarija

​

El 15 de abril de 1817 se libró una decisiva batalla dentro de la Guerra de la Independencia en los campos de La Tablada de Tolomosa. Los "montoneros", al mando de Eustaquio Méndez, derrotaron al ejército realista que presidía el coronel Mateo Ramírez. Desde entonces se cuenta la vida en libertad de la antigua Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa, nombre del primer español que llegó a esas tierras bañadas, hoy como antes, por el río Guadalquivir.

Los "montoneros" eran los guerrilleros que, asentados en el sur, formaban parte de las llamadas republiquetas. Su rol fue vital para decidir la suerte de la guerra, pues en los cuatro puntos cardinales libraron batalla con una autonomía que no tenían ni realistas ni patriotas.

Uno-rojo.png

3

LA INDEPENDENCIA EN EL ORIENTE BOLIVIANO

Batalla-florida.jpg

Batalla de Florida

​

Tras la batalla de la angostura en la cual los patriotas habían perdido bajo las fuerzas de José Joaquín Blanco, la ciudad de Santa Cruz fue tomada. Las fuerzas patriotas se organizaron para hacer frente al enemigo y el 25 de mayo de 1814 en las márgenes del río Piraí se libra la batalla de Florida. El Coronel Ignacio Warnes, Juan A. Arenales, y José Manuel Mercado derrotaron al realista Blanco. En la contienda participaron unos ocho mil hombres, de los cuales 300 fueron comandados por Warnes, otro tanto por Mercado y el resto por Arenales.

Los jinetes al mando de Mercado se ubicaron al borde del monte que existía en la parte norte del pueblo. En la parte sur de la playa se dispuso la artillería. Ocultas en el margen del monte se ubicaron las unidades comandadas por Warnes. Arenales se hizo cargo de la agrupación de la infantería y artillería. Ubicadas de esta forma esperaron a que Blanco dé inicio a la contienda. En la madrugada, Blanco atacó a las fuerzas comandadas por El Colorao Mercado, las mismas que retrocedieron hacia las tropas de Warnes que esperaban. Con esta estrategia apoyada por distintos flancos, a Blanco no le quedó más que retroceder hacia el pueblo. Buscó refugio en la plaza principal, con la intención de buscar desde ese lugar reorganizarse para poner resistencia.

Warnes no dudó en ir por él, y al llegar a la plaza le desafió en voz alta a un combate personal. Blanco, ya herido en la pierna y otras partes de cuerpo, cayó muerto y la victoria de esa batalla fue para los patriotas.

Batalla-Pari.jpg

Batalla de Santa Barbara

​

La batalla de Santa Bárbara fue una victoria más de los patriotas en su lucha por la Independencia. Se desarrolló entre octubre y noviembre de 1815 en la estancia de Santa Bárbara que queda en el camino de San Rafael a San José. La emprendió Warnes junto con otros cruceños, entre ellos el coronel José Manuel Mercado, y logró derrotar a los realistas comandados por Udaeta y Altolaguirre. Hay otras versiones, como las escritas por Hernando Sanabria que indican que Warnes encabezó esta campaña sin más ayuda que de la tropa.

Este combate, pese a haber sido una victoria del ejército patriota, fue uno de los menos nobles, pues muchos hombres del ejército de Udaeta y Altolaguirre eran españoles, pero también indígenas cruceños. Éstos tuvieron una muerte terrible en el pajonal donde se libró la batalla.

“En ella, Warnes empañó con crueles medidas inmediatas, como el incendio del pajonal donde se debatían los heridos del bando contrario, que no eran precisamente españoles, sino indígenas reclutados a la fuerza por los realistas Udaeta y Altolaguirre”, escribe el historiador Sanabria. Esta fue la segunda batalla al mando de Warnes donde se obtuvo la victoria.

Batalla de Parí

​

Una vez dominada toda la Gobernación, Warnes se mantuvo en la capital, la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Sin embargo, los realistas desde el Perú, querían tomar la gobernación cruceña y derrotar a los patriotas comandados por Warnes.

El Virrey del Perú, envió a Francisco Xavier Aguilera, un militar nacido en Santa Cruz de la Sierra para retomar la ciudad y derrotar a los patriotas. Fue así que marchó hacia estas tierras. En su camino, Aguilera derrotó al guerrillero Asensio Padilla en La Laguna (Chuquisaca) y desde allí avanzó sobre Santa Cruz de la Sierra.

El 21 de noviembre de 1816, atacó la ciudad con 1600 soldados. La batalla se llevó a cabo en planicie del Pari, en las afueras de la entonces Santa Cruz de la Sierra y actual barrio que conserva el mismo nombre. Atacaron a los patriotas en la entrada de la ciudad. La batalla duró horas de sangriento enfrentamiento. De todos los pueblos cercanos vinieron los patriotas a defender la libertad, de Cotoca, de Paurito y de Jitapaqui. Sin embargo, los esfuerzos fueron infructuosos ya que el ejército realista era más poderoso.

El Coronel Ignacio Warnes murió en la batalla del Pari en manos de Aguilera. El Colorao Mercado, que comandaba la caballería del ejército patriota, debió salir huyendo hacia las pampas del Trompillo con todos sus hombres. Así mismo los otros jefes patriotas, entre ellos Cañoto, quien huyó hasta Salta (Argentina).

Tito Bailey
bottom of page