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LA ECONOMÍA EN LA COLONIA

En sus inicios no fue particularmente fácil la vida económica en las colonias, donde no existía la moneda como medio de pago, entre aborígenes y conquistadores., usándose prioritariamente el sistema de trueque. Luego se usaron ciertos productos como monedas. La vara de lienzo, por ejemplo, en Santa Fe, equivalía a dos reales. Los precios no eran iguales en un lugar que en otro.

La economía colonial fue, lógicamente, complementaria de la española, tendiente a satisfacer de aquellos productos que España no tenía, pero que a la vez pudieran soportar el largo viaje desde América.

La economía estaba totalmente monopolizada por la corona, cuando los españoles llegaron a estas tierras se hicieron dueños absolutos de las tierras y de las personas.

La administración colonial española recurrió a distintas maneras para poder obtener sus recursos financieros para sufragar sus gastos de hacienda pública. Para esto se crearon las Cajas Reales que estaban a cargo de oficiales.

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El régimen minero

Fue la actividad que más renta dio a la corona, y se explotaba a gran escala, las minas eran consideradas como regalías, es decir, propiedad del rey; fue la actividad económica más protegida y la que mayor beneficio proporcionó y fue la que más impulso tuvo durante la colonia, pues cualquiera podía echar a andar una mina siempre y cuando entregase la quinta parte de sus ganancias a la corona española. Fue además un incentivo para la conquista, exploración y colonización de nuevos territorios.

Los yacimientos mineros más importantes fueron: Zacatecas y Potosí, estos centros de explotación minera se convirtieron en los núcleos urbanos de mayor crecimiento poblacional y los mercados más atractivos.

Para proporcionar la mano de obra necesaria en las distintas minas y especialmente en la mina de Potosí, en 1573 el virrey Toledo estableció un sistema de trabajo basado en el relevo, esa institución aplicada por los españoles se llamó la mita (turno), que era una práctica de los Incas en la zona andina, los mitayos se turnaban en grupos de 4500, los reclutados estaban entre las edades de 18 y 50 años, la misma edad que para los tributarios y debían enrolarse una vez cada siete años para trabajar por turno de cuatro meses al año. El salario que ganaban a partir del año 1.600 era de 4 reales. Durante el tiempo de trabajo el mitayo no salía de la mina excepto los domingos y algunos días de fiesta; al final de las 17 semanas de trabajo el mitayo ganaba alrededor de 40 pesos y gastaba más de 100.

Los mineros eran explotados y cuando necesitaban comprar productos (Agua, cuerdas, bombas, entre otros) acudían a la tienda del patrón, el salario de los mineros era deplorable y el precio de los productos era exageradamente alto, por lo cual era muy raro que un minero no se endeudara. Cuando alguien que tenía una deuda con el patrón y moría, su deuda era heredada a sus descendientes.

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El régimen agrario

 

Repartimiento

La corona desde el momento del descubrimiento se consideró dueña absoluta de las tierras, estas tierras se repartieron entre los conquistadores, como una recompensa por la conquista y como una manera de incentivar a nuevas exploraciones, las tierras otorgadas de esta manera se llamó repartimientos y los grupos de indígenas que se encontraba en esas tierras eran las encomiendas.

Las plantaciones típicas de las zonas tropicales, practicaban el monocultivo (caña de azúcar, tabaco, algodón). Los productos de las plantaciones eran exportados a Europa para ser consumidos. Las tareas en las plantaciones estaban a cargo de los esclavos traídos de África. También mucho de las plantaciones típicas son los tomates.

El monopolio sólo permitía a las Indias comerciar con España. Se estableció el sistema de puerto único: sólo desde Sevilla podían salir mercaderías para América y sólo a Sevilla podían llegar los cargamentos americanos. En América los únicos puertos autorizados para el comercio eran Veracruz (México), Portobello (Panamá), La Habana (Cuba), Callao (Perú) y Cartagena (actual Colombia). Para el comercio con sus colonias, la monarquía española creo el sistema de flotas y galeones. Con el tiempo, el monopolio fue burlado en las colonias a través del contrabando.

La Encomienda

La encomienda fue la institución característica de la colonia española en América, era un derecho otorgado por el monarca. Era una concesión especial que se hacía a los conquistadores, se estableció a partir de 1503 por el rey. En ella se le entregaba un determinado territorio lo que incluía a los indígenas que vivían en ella, ora como esclavos o como hombres libres que recompensaban con su trabajo los gastos realizados por el conquistador, a cambio el encomendero debía cuidar de los indígenas y evangelizarlos, el encomendero podía cobrar un tributo a la corona por el privilegio de ser vasallos, en principio  se pagaba el tributo en servicios personales o en productos, más tarde se fijó un impuesto para los indígenas de 18 a 50 años.

Durante el desarrollo de esta institución, los encomenderos cometieron una serie de abusos a los indígenas lo que ocasionó la protesta de algunos religiosos especialmente Bartolomé de las Casas, a causa de estas protestas se dictaron las “Leyes nuevas” en 1542, que abolía la esclavitud y la servidumbre personal de los indígenas y se cambió de tener un carácter hereditario a un carácter vitalicio. A pesar de estas leyes los encomenderos siguieron cometiendo los abusos. Las encomiendas estaban especialmente formadas por los yanaconas que era una clase social entre la esclavitud y la privilegiada.

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LA PODEROSA Y VALIOSA PLATA DE LA VILLA IMPERIAL DE POTOSÍ FINANCIO LA ECONOMÍA DE TRES DE LOS IMPERIOS MÁS GRANDES DE LA HISTORIA DEL MUNDO, PRIMERO AL IMPERIO ESPAÑOL, LUEGO AL IMPERIO CHINO Y FINALMENTE AL IMPERIO BRITANICO O INGLES QUE FUE EL IMPERIO MÁS GRANDE Y EL ULTIMO DE TODA LA HISTORIA"

Fuente: Historia y leyenda de la Villa Imperial de Potosí.

https://www.facebook.com/historialeyendapotosi

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El régimen Industrial

 

Los obrajes

Menos organizada y controlada que la mita minera, mita de los obrajes fue otra forma de trabajo obligatorio implantado por España en sus colonias americanas. En un comienzo en el Perú la obligación de estos mitayos, era la de trabajar 312 días al año hasta que a mediados del S. XVII el virrey conde de Santisteban la redujo a 6 meses.

Se trataba de establecimientos de cuatro categorías: Los obrajes pertenecientes a la corona, los de personas particulares, de comunidades y mixtos. Se dedicaban a la fabricación de tejidos, alpargatas, costales, sombreros, paños, frazadas, tocuyos, ponchos, alfombras y metales. Al fin de evitar que la producción de los obrajes americanos hiciera competencia a las fábricas españolas, el funcionamiento y la producción de aquellas dependía de la situación industrial prevaleciente en la península. En todo caso el trabajo de estos mitayos no era tan extenuante ni tan agotador como el de las minas, pues no implicaba el traslado desde lugares alejados al sitio de trabajo y además se trataba de una labor que no chocara con las tareas a las cuales el indio estaba ancestralmente acostumbrado. Por lo general el horario era de sol a sol, con un espacio intermedio de descanso. El salario de los adultos era de algo más de 40 pesos al año; y el de los menores de 10 años para arriba de 17 pesos. Los trabajadores de los obrajes tenían diferentes condiciones; algunos eran asalariados, pero muchos eran individuos generalmente indígenas forzados como castigo por algún delito. A los dos años de fundada la ciudad de La Paz ya funcionaba el primer obraje de paños y tejido. En formas muy dispersar se estableció obrajes en diversas poblaciones de Charcas.

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El régimen de comercial

 

Se caracterizó por ser centralista y exclusivista, todas las embarcaciones que salían de la América y llegaban a ella tenían que hacerlo a través de un solo puerto (Sevilla), además el comercio estaba autorizado solo a los súbditos españoles.

Desde el puerto de Sevilla, dos veces al año, partían dos flotas, controladas por la Casa de Contratación: una a Veracruz y otra a Portobello en Panamá. Allí se desembarcaban las mercaderías, que eran conducidas por vía terrestre hacia las costas del Pacífico (por el istmo de Panamá). Desde allí se embarcaban hacia Perú. Los comerciantes intermediarios que llevarían los productos a Cuyo, Salta, el Alto Perú, Córdoba del Tucumán, e incluso al Río de la Plata, acudían al Perú para obtenerlos.

Las ciudades y poblaciones de la época colonial estaban unidas por una amplia red comercial, necesitaban productos como papel, tinta, plumas, ropa, utensilios, el ejercicio del comercio daba entonces a muchos peninsulares la posibilidad de mejorar sus fortunas.

Los funcionarios de la Corona aprovecharon su autoridad para convertirse en los abastecedores principales de su propia empresa.

El comercio entre España y la Nueva Granada se caracteriza por:

 

  1. Los precios de los productos eran demasiados altos debido a la escasez de moneda confiable.

  2. Los altos costos de transporte y el elevado margen de riesgo a causa de la piratería.

  3. La irregularidad de los abastecimientos.

  4. La tendencia al monopolio.

 

Durante los siglos XVI y XVII se creó el sistema de flotas y galeones para custodiar el transporte de oro y plata que realizaban las embarcaciones españolas de los ataques de corsarios y bucaneros.

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El régimen de impuestos

 

El tributo indígena

Consistía en una cantidad fija que debía ser pagada por cada hombre adulto indígena sin consideración a su patrimonio u otros ingresos. El tributo era tasado en dinero o en frutas, y en un primer momento fue percibido por los encomenderos. Sin embargo, cuando las encomiendas revirtieron a la corona, la importancia del tributo de indios aumentó consecuentemente dentro del conjunto de ingresos de la corona en la primera mitad del siglo XVII. Desde 1631 se dejaron de conferir encomiendas y el indio empezó a pagar su tributo directamente a la Real Hacienda.

El impuesto de la Avería: Llamado también derecho de avería, era un impuesto sobre el comercio colonial de los siglos XVI y XVII en España, este impuesto se gravaba sobre los mercaderes o las mercaderías. Los ingresos generados servían para financiar las armadas que protegían las flotas comerciales que cubrían la ruta entre la América y España.

En un inicio se comenzó cobrando el 2% sobre el valor de las mercaderías, pero con el aumento de la amenaza de los piratas, se llegó a cobrar el 30%. El impuesto dejó de cobrarse en 1660 ante el fraude generalizado y el contrabando.

El Quinto Real

Era el aporte de la quinta parte destinada al rey sobre el producto de la explotación minera, que en inicio era aplicado a los metales preciosos proveniente de los tesoros del inca, posteriormente se aplicó a distintos minerales. Durante el siglo XVIII el impuesto se rebajó al 10% para fomentar la legalización de la producción de la Plata.

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Era impuesto más gravoso y por lo tanto el más odiado que consistía en un porcentaje sobre la compra y venta y sobre el uso de propiedades.

La gabela: que era el diezmo era un impuesto establecido a favor de la iglesia y de la cual la corona tomaba una parte.

El Almojarifazgo de indias

Impuesto que se cobraba tanto en Sevilla como en los puertos americanos sobre la totalidad de las mercaderías intercambiadas entre España y las colonias. Se estableció en 1545 y se aplicaba a las mercaderías que entraban o salían de los puertos andaluces. Entre 1566 y 1591 este impuesto se elevó hasta un 15% por lo que los cargadores buscaban la forma de burlar para pagar menor impuesto, registrando cargas diferentes.

El diezmo

Impuesto correspondiente al 10% de los ingresos anuales, era cobrado a hacendados y propietarios de inmuebles rurales, este impuesto era cobrado por los funcionarios de la corona a condición de que se encargaran de erigir, dotar y mantener las iglesias y parroquias.

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