Ante la situación que se daba en La Paz, el ejército decidió destituir a los jefes y oficiales paceños, lo mismo se hizo en la administración pública. Se Habló de un escarmiento “a los separatistas paceños” lo que ocasionó una revuelta en la ciudad de La Paz, Fernández quiso sofocar la rebelión y partiendo hacia Oruro se enfrentó con Pando quien se había aliado con Pablo Zarate Villca líder de los aimaras, este líder se había unido a los liberales, quizá porque estos le habían prometido devolver las tierras que en 1874 se le había quitado; el enfrentamiento entre estos dos bandos produjeron cruentos duelos tales como la masacre de Santa Rosa en el que los chuquisaqueños mataron a 90 indígenas, la masacre de Ayo Ayo que diezmó en gran cantidad el ejército de Alonso, la masacre de Mohoza donde el ejército de Pando fue arremetido por su aliado indígena Lorenzo Ramírez. Esta revolución federal terminó con el derrocamiento de Severo Fernández tras el combate en Paria (1899).

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La rebelión indígena de 1899

 

Los indígenas a fines del siglo XIX atravesaban una profunda crisis debido a las usurpaciones de tierras del que habían sido objeto. Pablo Zarate  llamado “el Willca” fue su máximo caudillo, su trayectoria política se remonta a varios años atrás cuando Agustín Morales vino a pedirle ayuda para derrocar al Melgarejo y es nombrado en ese entonces Sargento Mayor del ejército; y así mismo cuando junto a otros lucharon por la defensa de sus tierras. Cuando Zarate acepta unirse a Pando hace tres exigencias: a) Liberación de los colonos b) Participación de los quechuas y aimaras en el gobierno c) Devolución de las tierras comunales.

La presencia de Zarate en las filas liberales fue muy importante para el triunfo liberal gracias al profundo conocimiento que tenía del medio geográfico y al elevado número de su ejército. Pero  a fines de la guerra el movimiento comenzó a tomar un rumbo propio, los indígenas veían en Zarate un medio de liberación de las clases dominantes, tenía el objetivo a) la instauración  de un gobierno indígena b) restitución de las tierra a sus dueños originarios c) guerra contra las corruptas minorías dominantes.

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Masacre de Ayo Ayo

 

El 24 de enero de 1899 Pando derrota a Severo Fernández, las tropas de Severo fueron interceptadas por las tropas de Pando y una numerosa cantidad de indígenas, en el intercambio de disparos se produjo una violenta explosión de las municiones del ejército conservador, los heridos del combate se refugiaron en Ayo Ayo, y al atardecer más de un centenar de comunarios rodearon el pueblo, los federalista del Zarate Villca destruyeron todo lo que encontraron a su paso, rompieron la puerta del templo y masacraron a los heridos.  El cura Fernández de Córdoba salió al atrio con un crucifijo pidiendo en nombre de Dios la paz. Los indígenas llevaron al cura hasta la plaza y allí le amputaron una pierna, le cortaron el pecho, le arrancaron el corazón y se lo comieron, los curas José Rodríguez y José Gomes ambos sacados también de la iglesia fueron picados a machetazos. Cuando todo terminó el templo parecía un matadero y el pueblo un cementerio.

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Masacre de Mohoza

 

Es uno de los hechos más dramáticos provocados por la insurrección indígena. El escuadrón Pando de los federales llegó al pueblo de Mohoza bajo el mando de Arturo Eguino. Los abusos y excesos de los oficiales contra los pobladores dieron pie a la intervención de una hueste indígena comandada por el caudillo Lorenzo Ramírez. Tras rodear a los militares a la salida de Mohoza, Ramírez logró de manera increíble desarmar a la tropa. Los soldados fueron invitados a comer y a beber con los indígenas. Se les pidió dejar sus armas como señal de paz y confraternización. Los soldados accedieron ingenuamente. Ya en la noche en el templo de la localidad, al igual que en Ayo Ayo. En la madrugada del 1ro de marzo los 130 efectivos del escuadrón Pando fueron vejados, torturados y asesinados salvajemente en uno de los episodios más horrorosos de toda nuestra historia.

Pando al enterarse de lo ocurrido en Mohoza actuó con mucha astucia pues sabía el peligro que significaba enfrentar a Villca y además que necesitaba de su ayuda, pero la venganza la tuvo cuando termino la guerra Pando exhortó a los indígenas a volver a sus comunidades y tomo prisioneros a los líderes olvidando las promesas hechas.